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La vida y otros cuentos

El hombre misterioso

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Cada vez que Margarita vuelve al pueblo que le vio nacer, no puede evitar recordar el suceso que allí tuvo lugar aunque hayan pasado ya diez años.  

Es de Pocillo de las Torres, un pequeño pueblo, de pocos habitantes, situado en la comarca leonesa de El Bierzo. Lugar privilegiado que brilla con luz propia y donde se ven paisajes únicos en los que el terreno arcilloso combina con la extensa vegetación, así como terrenos abruptos de pizarra o caliza que impresionan. 

La familia de Marga, como la llaman en casa, es de los mayores hacendados de la comarca. Tienen tierras de labranza y una buena situación económica. Ella es la pequeña de los tres hijos que han tenido Eulalia y Ramón, sus padres. Remedios, la segunda y Francisco el mayor. Y la más bonita, alta, esbelta, con los ojos de color del cielo y una mirada que cautiva.

Al terminar los estudios primarios se fue a León para hacer el bachillerato y después a Madrid para continuar en la Universidad Complutense donde se licenció en Ciencias Empresariales. Durante ese tiempo, vivió en casa de su hermano, un chalet cerca de Puerta de Hierro. Francisco, dominaba las finanzas y tenía pingües beneficios. Cuando podía y tenía algo de tiempo a Marga le gustaba volver al pueblo. Cualquier momento era bueno para estar allí con sus padres y su hermana Remedios. 

Su abuela, Jacinta, una anciana de cabellos blancos, menuda y de cara bondadosa, siempre la esperaba con los brazos abiertos. Era la matriarca de la familia y el gran apoyo de su hija Eulalia. La anciana gozaba de un gran patrimonio. Su casa estaba al final de la calle principal. Era la mejor casa del pueblo, grande y con un cuidado jardín. A Marga le gustaba estar con ella, disfrutaba escuchando historias de su juventud.

Una de las noches que salió de su casa  para ir a la de sus padres, vio por la acera de enfrente a un hombre desconocido concaminar acelerado. Vestía un abrigo largo y llevaba un sombrero de ala ancha que ocultaba su identidad. La noche estaba oscura y el viento soplaba con fuerza por lo que Marga aceleró el paso para llegar a casa cuanto antes. Nada más entrar se lo comentó a su madre.

—Mamá, he visto a un hombre, que no es del pueblo, con un aspecto misterioso. Sombrero calado para no verle la cara y caminando muy rápido. No me ha gustado nada.

—Será algún forastero que ha venido para la matanza que comenzará dentro de unos días.

Marga no dijo nada más y se marchó a su habitación dándole vueltas a la cabeza.

Pocillo de las Torres era un pueblo tranquilo en el que nunca pasaba nada, nunca hasta aquel momento, porque la calma predominante se vio perturbada por la presencia del forastero misterioso.

Los días siguientes el hombre seguía en el pueblo, siempre solo, sin hacer nada fuera de lo común, con el mismo abrigo y el mismo sombrero, pero alguna de las noches le vieron, acechando, dentro de un coche de color negro.

La gente se preguntaba quién era y qué estaba haciendo allí. Los rumores se extendieron rápidamente por todo el pueblo. Algunos decían que era un ladrón que buscaba robar la casa de la rica anciana del final de la calle, mientras otros pensaban que venía buscando a alguien del lugar. Todos observaban en silencio sus movimientos, pero nadie se atrevía a confrontarlo. Los días pasaron y el hombre seguía allí. La tensión cada vez se hacía más palpable. Jacinta se fue a vivir esos días a casa de su hija para estar más segura.

Una mañana de la semana siguiente a su llegada, el hombre misterioso desapareció sin dejar rastro. Marga fue a  casa de su abuela para asegurarse de que todo estaba bien, pero descubrió algo aún más misterioso. La puerta de la casa estaba abierta y dentro encontró la caja fuerte vacía y una nota que decía «Lo siento, tuve que hacerlo…»

Se quedó en shock, vio cómo habían desaparecido todas las joyas y una importante suma de dinero que su abuela guardaba. Una  pregunta permanecía en su mente: ¿Era el hombre misterioso el que robó en la casa de la abuela?, ¿por qué lo hizo?

La intriga y el misterio continuaron desafiando durante semanas no solo a la familia de Marga, también a los habitantes del pequeño pueblo y a la guardia civil que investigó el caso, pero nunca se logró saber más del hombre misterioso. 

Tiempo después, cuando Margarita conoció a la novia de su hermano Francisco, se dio cuenta de que una de las joyas que lucía en la muñeca era la pulsera de oro y brillantes de su abuela Jacinta. En ese momento, recordó cuando vivía con él en su chalet de Puerta de Hierro, lo mucho que le gustaban los juegos de azar “online”. Observaba cómo gastaba importantes sumas de dinero. Ella lo veía como una adicción que su hermano no quería reconocer. Se volvió muy retraído y salía poco de su casa. Su mayor interés era estar frente al ordenador.

Autor: marylia4

Madrileña, aficionada a escribir, socialista, cinéfila, amante de la música, cocinitas, inquieta, decidida, curiosa por la vida..... y otros cuentos.

18 pensamientos en “El hombre misterioso

  1. Me imagino que al reconocer la pulsera de su abuela y la afición de su hermano le haría sospechar. Estupendo relato. Un abrazo , amiga.🌷🏵️💐💐

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  2. Toma ya. Sorpresas te da la vida

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  3. Excelente relato, creo que he visitado Pocillo de las Torres y transitado por sus calles, curioso y presto a conocer la verdad. Felicidades Marylia y caribeño abrazo ❤️

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  4. Pueblo pequeño, infierno grande… ya sabes. Aunque, en este caso, el mal vino de fuera, ¿verdad? Hay una oveja negra en cada familia que no deja que el resto descansen 🙂

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  5. Nunca sabes donde salta la liebre, pero aunque estés perdida, el tiempo pone las cosas en su lugar, como así sucedió con el incidente que comentas en el texto. A veces las sorpresas o mejor dicho, las causas de las sorpresas están más cerca de lo que pudiéramos pensar. Me ha gustado el relato. Un abrazo Marylia.

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  6. ¿Y abuela Jacinta tan simpática y de cara bondadosa? ¿Que pasó con ella? ¡Un susto tremendo! A ver si aparecen más joyas de la abuelita. Un abrazo.

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  7. Este relato te transporta al pequeño pueblo donde sucede la historia, como una ventana a las calles de ese lugar en el mundo. Enhorabuena, marylia. Un abrazo

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  8. Querida amiga hermoso relato. Resulta que el enemigo estaba en casa y no afuera de ella. Abrazos

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  9. …casualidades de la vida 😉 Me ha gustado mucho

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